domingo, 31 de mayo de 2020

Dedicado a EspacioPyme (www.espaciopyme.com)

Quien más quien menos, todos recordamos el momento en el que pusimos por primera vez un pie en el mundo digital. Algunos incluso recordamos la fecha. La mía fue 28/07/2000, pronto hará exactamente 20 años. Ésa es la fecha oficial de constitución del proyecto en el que me enrolé pero en realidad fue unas semanas antes, semanas de intenso trabajo en equipo definiendo lo que sería www.espaciopyme.com, el primer portal de negocios para empresas.

En esa época hubo un boom de iniciativas alrededor de Internet. Algunas funcionaron muy bien y otras no tanto. Pero no hubo vuelta atrás. Todos ellas marcaron cambios de perspectiva y de rumbo en nuestras trayectorias profesionales y nos abrieron la puerta hacia un nuevo mundo por explorar y en el que aprender. 

Decía Steve Jobs que sólo con el tiempo podemos ser capaces de dar sentido a cosas que nos sucedieron en el pasado. De "atar cabos". Es la reflexión sobre "connecting the dots", en su famoso discurso de 2005 a los alumnos que se graduaban en Stanford. Y decía otro emprendedor, Dave Packard, que también es cuando miramos atrás que podemos darnos cuenta de que cosas que en su momento no nos parecían importantes, resulta que en realidad acabaron marcando nuestros caminos.As we get older, we have the opportunity to look back over many years and see how certain events, seemingly unimportant at the time, had a profound effect in shapping our business or professional careers”. Es la primera frase de su libro The HP Way, un libro que me regalaron cuando trabajaba en HP y que guardo con mucho cariño. Y así me encuentro ahora mismo: mirando atrás, atando cabos y pensando en la importancia de guardar un buen recuerdo de todas nuestras aventuras, las que salieron bien y las que no. Porque todas ellas nos aportan muchos aprendizajes y probablemente definan y nos ayuden a entender quién somos hoy. 

Es por eso que, a falta de apenas dos meses para cumplir esos 20 años de algo que hace mucho tiempo que ya no existe, hoy comparto aquí un bonito recuerdo. El de unas obras de arte que son muy dignas de admirar, porque atesoran toneladas de ilusión y trabajo, tanto individual como colectivo, de mucha gente. Auténticas piezas de coleccionismo que actualmente sólo pueden contemplarse en el museo de WayBackMachine. Las dedico especialmente a toda la familia que formó parte de este proyecto: compañer@s, clientes, colaboradores, socios y a todos los que compartieron de algún modo o en algún momento este viaje con nosotros.